domingo, 23 de diciembre de 2012

Los Mayas tenian razón

Desde el punto de vista de este medico general, los mayas tenían razón y el pasado 21 de diciembre fue el fin del mundo, al menos del pequeñito mundo de la atención primaria madrileña. Quizá no de la forma que algunos agoreros planteaban, de gran catástrofe, con muertos, cataclismos y desgracias sin fin, sino de una forma mas sutil, con cambios con impronta que modifica el habitual discurrir.
El primero y mas conocido, la aprobación el día anterior por parte de la Asamblea de Madrid de los presupuestos 2013, inicio de la etapa de externalización de la AP madrileña, de forma mas lenta y diferente que la atención hospitalaria, pero también con su giro privatizador de desenlace incierto. El segundo, la dimisión de al menos el 40% de los equipos directivos de los centros de salud; dimisión aplazada y amenazante, que de ejecutarse nos llevaría a un retroceso de 20 años en la evolución de la AP madrileña y que supone un evidente parón a la actividad normal de estos centros.
Por lo que se refiere al primer cambio, poco que añadir a mi post anterior; si acaso confirmar la deriva irracional de personas que me parecían inteligentes como el Consejero Lasquetty, que tras la etapa Güemes representaba la sensatez y la tranquilidad y está demostrando muy poca cintura y visión. Un Consejero al que parece no importar la gestión de la mayoría de los centros sanitarios y que está tirando lo trabajado en los dos últimos años (pensemos en el enorme potencial que tenían los planes estratégicos de las especialidades para poner orden en los hospitales y que me temo queden en meros ejercicios literarios con un coste importante de esfuerzo y horas de dedicación) por una externalización de una parte pequeña del sistema, quemando puentes de dialogo y espíritu de colaboración entre profesionales y gestores para defender una política cuando menos oscura, sin argumentos  ni cifras que apoyen la opción y que ha perdido la guerra mediática con la "marea blanca" por la misma endeblez de exposición de su opción basada en el habitual rifirrafe navajero entre políticos y que la población ya no cree.
Y que decir del segundo, donde la deriva de algunos lideres de la AP hacia posturas ya conocidas de grupos antisistema, reiteradas sin exito en los ultimos 20 años, vuelve a los centros de salud a la situación de asambleas reivindicativas, alejadas de la relativa eficacia alcanzada, con equipos directivos actuando mas de enlaces sindicales que de directivos profesionales; donde se habla de renuncia a ejercer tareas de autogestión y organización interna en aras a defender la capacidad de autogestión y organización interna (no, no me repito de linea, es que eso es lo que plantea la amenaza/órdago/dimisión aplazada, no solo de los equipos directivos, sino de responsables de comisiones internas y de todo aquel que haga un trabajo diferente del descrito en el antiguo estatuto del personal sanitario y no sanitario; habrá que preguntar si eso supone la renuncia a las contrapartidas de horarios, dias, exención de tareas, incentivos y cursos de los que han renunciado).
Todo ello nos lleva a al menos tres posibles escenarios:
Escenario 1: La Comunidad de Madrid sigue adelante con su proyecto, la marea blanca se disuelve, y se externalizan 27 centros. El concurso queda vacío y a lo sumo hay tres o cuatro opciones de los propios profesionales (después de lo planteado y sufrido me parecen hasta muchas). La Consejería monta en cólera y abre la opción a proveedores privados y EULEN, Mercadona o Carrefour se hacen con la gestión de los 23 restantes, incorporando sus propios sistemas informáticos y de gestión, su propio personal y su dinámica de hacer las cosas, rompiendo la unidad del modelo y de las posibilidades de evaluación y comparación. Los otros 243 centros son ingobernables, asustados y cabreados por lo que se ha montado y no firman ni trabajan por contrato programa, rechazando esto como elemento impuesto y reafirmándose en su condición funcionarial, tapando a los vagos, no planteando estrategias de mejoras y transformándose en consultorios de 7 horas donde las actividades de defensa de la AP se ocultan para no dar balas al enemigo, con perdida de satisfacción y eficiencia. La Consejería se plantea externalizar toda la red de centros ante el progresivo deterioro del sistema, buscando formulas para amortizar las plazas fijas, que ya ocupan el 100% de las vacantes.
Escenario 2: La Comunidad de Madrid recula, el Presidente Ignacio Gonzalez cesa al Consejero Lasquetty y pone en su lugar a alguien "amable" que rechaza el Plan de Sostenibilidad y renueva toda la cúpula de la Consejería, generando nuevos caminos de dialogo alternativos. La marea blanca se crece e instaura el mecanismo asambleario para la toma de decisiones; se eligen directores de centro por votación, alguno incluso no sanitario, plantándose dudas al modelo de gestión por contrato programa, estableciéndose lineas de trabajo desde los centros, individuales y no compartidas, que aumentan la dispersión e ineficiencia de la red; el URM y la gestión de costes pasan a ser el demonio y se alteran o cambian los limites de atención. Se prepara otro "tsunami" para reclamar derechos perdidos y los sindicatos recuperan su papel de la época Lamela, interviniendo en aspectos clínicos y gestores, con poder de decisión en las mas mínimas decisiones de los profesionales. La Atención Hospitalaria impone sus criterios (para ello hicieron la huelga) y volvemos al PIC por cita y a realizar recetas de forma callada, eso sí, ahora por el bien de los usuarios, que pobrecitos lo necesitan ante el aumento de los chiringuitos en los hospitales y el abandono de la Libre Elección de hospital por parte de la Consejería.
Escenario 3: España es intervenida por la Unión Europea, dada la mala situación económica y los "hombres de negro" fiscalizan la gestión de la AP madrileña, muy desprestigiada por la guerra entre el Plan de Sostenibilidad y la dimisión de los equipos directivos. Deciden el ajuste estricto al presupuesto planteado, con disminución de sueldos (adiós paga de extra de junio), eliminación de interinos y eventuales, unificación de cupos y desaparición de centros, centralización de unidades administrativas y progresiva externalización del 100% de la red, cobrando por visita y acelerando la transformación en un régimen de seguridad social, con adelgazamiento de la AP y progresiva integración en los hospitales como un servicio mas unido a la urgencia hospitalaria.
Podrían ocurrirseme mas, algunos incluso positivos con acuerdos y retirada del Plan aportando los profesionales sus medidas de ahorro; otros todavía peores, con caza de brujas por ambos bandos y ceses y desprestigio múltiples, con mareas blancas con intervención de antidisturbios o aplicación del régimen disciplinario del personal estatutario abusiva, pero tampoco hay que deprimirse en exceso, en todo caso cualquiera de ellos supone el fin del mundo de la AP madrileña, profetizada por los mayas, pero siempre hay posibilidades de mejora, que mañana es Navidad, ¿no?

lunes, 3 de diciembre de 2012

HOY HAGO HUELGA

Hoy hago huelga. No, no soy de AFEM (Asociacion de Facultativos Especialistas de Madrid), aunque Asun Rosado me lo haya recomendado muchas veces y yo la respondiera que no, que soy medico general y muy orgulloso de ello como para ahora apuntarme a algo que ponga "especialista". Tampoco me sobra el dinero y los 200 euros que me cuesta el día son muy necesarios en estos tiempos.
Hago huelga por mi padre, usuario habitual de la sanidad publica, que falleció de repente en las vísperas de la huelga. Mi padre, que cuando eramos pequeños sacrificó parte de su sueldo para pagar una sociedad privada, (La Filantrópica, creo que se llamaba) para estar cubiertos, mi padre, que tras ver como nos trataban en ella decidió pasarse a la sanidad publica al completo, que con dos médicos generales por turno atendía por la noche las urgencias domiciliarias en Alcalá de Henares, mi ciudad, desde el Servicio Normal de Urgencias del actual C.S. Carmen Calzado. Mi padre, que cuando tuvo su primer infarto en 1978 fue atendido en el concertado Hospital de la Cruz Roja, donde nos mandaban a los alcalaínos en caso de necesidad y donde vimos (yo ya estaba estudiando medicina, quien sabe si por esa preocupación que el tenia y sin duda vocación por haberlo sido) que era mejor la asistencia publica 100%, porque investigaban y no reparaban en medios para atender a los pacientes, por lo que aprovechando un hueco de entonces (luego dicen que la libre elección es desde hace dos años) pasamos a las manos de los cardiólogos del Ramón y Cajal, que por entonces andaban explorando lo que eran las angioplastias y en especial a las de Jaime Pey, su cardiólogo de siempre, (que recientemente se ha jubilado y le dejó esa sensación de indefensión que tienen los pacientes cuando su medico se va). Mi padre, que recibió en la sanidad publica atenciones que dificilmente pueden ser rentables economicamente, desde varias angioplastias, a la implantación de un DAI, desfibrilador automático implantado, que le permitió librarse de la silla de ruedas sus dos últimos años. Mi padre, que con mas asiduidad de la querida frecuentaba las consultas de la sanidad publica, desde las de su medico de familia (yo le decía en broma que si fuera paciente mio ya le habría echado), las de los diferentes especialistas que le atendieron (los urólogos, los dermatólogos, los neurólogos, los hematólogos... vamos casi tres hospitales enteros). Mi padre, que andaba preocupado por los recortes y del que yo me burlaba diciendo que  al final tendría que ir a la consulta con la VISA como desmentía Dña. Esperanza, y que ya no me atrevería a decirlo, porque lo veo muy cercano. Mi padre, que con una sanidad como la que quiere iniciar el Consejero Lasquetty dificilmente habría llegado a los 80 años.
Pero también hago huelga por mi hija, que acaba de empezar Medicina en mi Universidad, la de Alcalá de Henares, para que tenga al menos las mismas oportunidades que yo de disfrutar de esta bonita profesión, sin que se vea restringida por criterios económicos absurdos (aun recuerdo cuando trabajaba en la privada y para mirar las gargantas había una herina metida en antiséptico y los criterios clínicos no coincidían con las indicaciones economicas de los dueños), para que en su practica medica pueda pensar en el paciente, valorando aspectos economicos, eso si, pero no primando esos sobre los asistenciales.
Por eso, hoy hago huelga, porque hay muchos padres e hijos por los que merece la pena luchar.